Seguro que muchos de vosotros os preguntaréis cada cuanto tiempo es necesario y aconsejable cambiar las gafas de vista. Esta es una cuestión que ronda por nuestra cabeza pero casi nunca le ponemos una solución. Normalmente solo acudimos a la óptica cuando queremos cambiar el modelo de nuestras gafas. Pero pasamos por alto muchos motivos que nos deberían impulsar a cambiar de gafas.

Existen diferentes motivos que nos hacen cambiar de gafas de vista. La gente piensa que unas gafas dejan de funcionar cuando se pasan de moda, se rompen o simplemente se rayan las lentes. Pero realmente esas no son causas para decir que las gafas de vista han dejado de funcionar.

El motivo principal de que unas gafas dejen de funcionar es que estas dejen de ser útiles cuando no cumplan la función para la que fueron diseñadas. Siendo más concretos, cuando no solucionan de manera efectiva los problemas de vista de la persona que las lleva. Aunque es cierto que la mayoría de las veces es difícil identificar la pérdida progresiva de visión.

La única manera de asegurarnos de que utilizamos unas gafas acorde con nuestra visión es realizando visitas periódicas al oculista. De esta manera nos aseguramos de que llevamos unas lentes adecuadas a nuestra graduación.

Cambio de gafas según la edad del paciente

Normalmente los niños y adolescentes necesitan cambiar sus gafas de vista con más frecuencia que los adultos, ya que se encuentran en un proceso de crecimiento. Al estar en crecimiento los problemas en la visión siguen avanzando también hasta que llega un momento que se estabilizan al cumplir cierta edad.

Además los niños necesitan cambiar más a menudo de gafas debido al crecimiento físico, ya que puede llegar un momento que les pueden resultar incómodas.

Con tanto cambio de gafas es importante saber que nuestros ojos y nuestro cerebro deben pasar por un proceso de adaptación a las nuevas gafas hasta acostumbrarse a ellas. Es habitual que en este proceso el paciente sufra mareos, visión borrosa o dolor de cabeza.