Tal y como varios estudios certifican que los rayos solares pueden causar daños en el ojo, a largo plazo si se expone el ojo a los rayos ultravioletas la mácula o área de visión central puede llegar a perder su máxima agudeza visual y la visión en color.

Es importante que a la hora de comprar unas gafas de sol se tengan algunos factores en cuenta. Entre ellos destacan, la longitud de onda, la protección ultravioleta, el color y la protección y la polarización.

Elegir el color de lentes de unas gafas de sol puede ser motivo de problemas visuales, tener unas gafas de sol con lentes oscuras solo evita que la cantidad de luz que llega al ojo sea menor, pero no significa que tenga un filtro UV adecuado. Utilizar este tipo de lentes durante un largo período causará problemas oculares como visión defectuosa o desviación ocular.

Es importante tener en cuenta que las lentes tienen que llevar protección ultravioleta, ya que unas lentes sin esa protección hace que la pupila se dilate más y los rayos UV puedan entrar sin barreras en los ojos.

La luz tiene diferentes longitudes de onda, las cuales son infrarrojos, espectro invisible y espectro visible. Los más peligrosos son los llamado rayos ultravioletas, estos rayos oscilan por debajo de los 400 nm, donde se encuentran los UVA, UVC y los UVB. Todos ellos son los rayos más nocivos para la piel y para los ojos.

Otro factor a tener en cuenta a la hora de comprar unas gafas de sol es que sean polarizadas. Polarizadas significa que evita o neutraliza los reflejos molestos que provengan de lugares como carreteras mojadas o llenas de nieve, evitando así problemas a la hora de conducir.

Para acabar, el nivel de protección que otorga las gafas depende de la categoría que aparezca en el número de la varilla de las gafas. La numeración es de 1 a 5 y se encuentra en la mayoría de gafas como nota informativa.