La primavera es sinónimo de días más largos, flores, terrazas… pero también, para muchas personas, de estornudos, picores y ojos llorosos. Las alergias primaverales afectan a un gran número de personas en España, y uno de los órganos más sensibles a estos cambios es, precisamente, el ojo.

Si tú también formas parte del equipo “ojos irritados cada primavera”, este artículo es para ti.

Tabla de contenidos

¿Por qué la primavera afecta tanto a la salud ocular?

Con la llegada del buen tiempo, aumenta la concentración de polen en el ambiente. Esta sustancia, inofensiva para la mayoría, puede ser vista como una amenaza por el sistema inmunológico de quienes padecen alergias. El resultado: una respuesta inflamatoria que se traduce en molestias respiratorias… y oculares.

Los ojos están en contacto directo con el exterior y, por tanto, son una de las primeras zonas donde se manifiestan los síntomas de la alergia.

Principales síntomas oculares de las alergias primaverales

Aunque cada persona puede experimentar los síntomas de forma distinta, los más comunes son:

  • Picor intenso en los ojos, que a menudo lleva a frotarlos (algo que no es nada recomendable).
  • Enrojecimiento ocular, especialmente en la zona de la conjuntiva.
  • Lagrimeo constante, incluso sin haber emoción de por medio.
  • Sensación de arenilla o cuerpo extraño.
  • Hinchazón en los párpados.
  • En casos más intensos, incluso visión borrosa temporal.

Estos síntomas pueden llegar a ser bastante molestos y afectar al día a día, especialmente si se trabaja frente a pantallas, se lleva lentillas o se pasa mucho tiempo al aire libre.

¿Qué puedes hacer para proteger tus ojos durante la primavera?

Aunque no podemos evitar el polen flotando en el ambiente, sí hay formas de reducir su impacto en nuestra salud ocular. Aquí van algunos consejos útiles para pasar esta temporada con menos molestias:

1. Evita frotarte los ojos

Sí, lo sabemos: es difícil resistirse. Pero frotarse los ojos solo agrava la irritación y puede incluso dañar la superficie ocular. En lugar de eso, utiliza lágrimas artificiales o compresas frías para aliviar el picor.

2. Usa gafas de sol como barrera física

Además de protegerte del sol, las gafas de sol (especialmente las envolventes) ayudan a reducir la exposición directa al polen y otros alérgenos. Es un gesto simple que puede marcar la diferencia.

3. Mantén las ventanas cerradas en casa y en el coche

Especialmente durante las horas de mayor concentración de polen (a primera hora de la mañana y al atardecer). Si necesitas ventilar, hazlo al mediodía y durante poco tiempo.

4. Utiliza lágrimas artificiales sin conservantes

Ayudan a mantener el ojo hidratado, eliminan partículas que puedan haber entrado y calman la irritación. Es recomendable usarlas varias veces al día si tienes síntomas.

5. Limpia tus gafas y párpados con frecuencia

El polen puede quedarse en las gafas o en los párpados sin que nos demos cuenta. Utiliza una toallita específica para ojos o suero fisiológico para mantener esa zona libre de alérgenos.

6. Consulta con tu óptico u oftalmólogo si usas lentillas

En épocas de alergia, puede que notes más incomodidad al llevar lentes de contacto. Existen lentillas específicas para ojos sensibles o alérgicos, y tu óptico puede ayudarte a encontrar la opción más adecuada.

7. Infórmate sobre los niveles de polen

Existen aplicaciones móviles y páginas web que indican la concentración de polen en tu zona. Saber cuándo es mejor evitar salir o tomar precauciones extra puede ayudarte a minimizar los síntomas.

¿Y si los síntomas no mejoran?

Si a pesar de seguir estos consejos los síntomas persisten o empeoran, es importante acudir a un especialista. En ocasiones, la conjuntivitis alérgica puede confundirse con otros tipos de inflamación ocular, y un buen diagnóstico es clave para encontrar el tratamiento adecuado.

Las alergias primaverales pueden convertir una estación bonita en una época incómoda, especialmente para nuestros ojos. Pero con algunos cuidados diarios y medidas de prevención, es posible mantener la irritación a raya y disfrutar del buen tiempo con otra cara (literalmente).

Y recuerda: en Óptica Óptima estamos para ayudarte a ver (y vivir) la primavera con claridad.