Desde la OMS reconocen que en el mundo existen más de 2.600 millones de personas que tienen miopía. Y para el 2030 se estima que la cifra alcance los 3.300 millones. No en vano, la probabilidad de que una persona padezca de esta deficiencia visual se debe, entre otras cosas, al uso excesivo de pantallas.
Hoy en día dicho mundo tecnológico no solo consume a los adultos, sino también a los niños. Desde el Colegio de Ópticos Optometristas de Galicia, se reconoce que el uso desmedido de dispositivos electrónicos, incide en el incremento de miopes infantiles.
Aunque en los niños es difícil detectar la miopía y corregirla, puede afectar sus capacidades para desenvolverse en su vida diaria. Incluso les puede llevar a que en un futuro, sufran de un problema ocular grave.
¿Cuándo se hace presente la miopía?
Cuando los niños nacen no tienen desarrollado su sentido visual como un adulto. Por el contrario, progresivamente lo van desarrollando y aprenden a ver correctamente entre los 0 y 12 años. De ahí que, como padres debemos procurar ofrecerles las mejores condiciones visuales, para que tengan un desarrollo óptimo.
La edad típica donde los niños sufren de miopía, es entre los 8 y los 12 años de edad. No obstante, hoy en día dado el acceso que tienen a las pantallas, los niños comienzan a ser miopes a una edad aún más temprana.
Cuanto más temprano comience el niño a desarrollar miopía, más probabilidad tendrá que en un futuro padezca de una afección visual más fuerte. Entre ellos desprendimiento de retina, glaucoma, cataratas, entre otros.
Por ello, es recomendable limitar e incluso restringir en edades muy tempranas el acceso a tablets, móviles, ordenadores u otras pantallas. Y después que el niño cumpla con su desarrollo visual, haga uso de ellas no más de una hora al día.
En caso de que los padres les permitan usar estos equipos a sus hijos, deben enseñarles a que los mantengan desde una distancia prudente. Incluso, es fundamental que los utilicen en espacios con iluminación natural para evitar el incremento de miopía.
Desde los 4 o 5 años de edad y de manera periódica, resulta fundamental realizarles una evaluación de la vista. Los niños no van a señalar que presentan dificultad para visualizar los objetos y su entorno, pues no tienen una percepción desarrollada como un adulto. Por eso es indispensable detectar alguna anomalía a temprana edad, para lograr corregir y si es necesario que inicie con el uso de gafas graduadas.
En Óptica Óptima te ofrecemos un amplio catálogo en gafas graduadas para niños, disponibles en marcas reconocidas así como variedad, modelos y colores.