El cuidado de la visión comienza desde temprana edad, sin embargo, saber a qué edad se puede empezar a usar lentillas es importante para evitar causar daños en los ojos. Sobre todo, cuando se trata de niños o adolescentes que suelen tener una adaptación de gafas más lento.
Si bien algunos especialistas aseguran que no hay edad mínima para el uso de las lentillas, lo ideal es que sea en niños a partir de los 4 o 5 años. Por supuesto, esto depende de las características de los ojos de cada persona y de la disposición de los padres y niños de colocar y quitar las lentillas.
Por lo general, en la etapa de adolescencia suelen preferirlas debido a las limitaciones que unas gafas normales puedan representar. Esto ya sea porque realizan algún deporte donde las puedan romper o por cuestiones de apariencia.
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Los niños se adaptan mejor que los adultos al uso de lentillas
Cuando se trata de los más pequeños, el proceso de adaptación al empezar a usar lentillas suele ser más rápido y fácil que en los adultos. Sobre todo en niños a partir de los 7 años de edad.
Por otra parte, las jóvenes entre los 18 y 25 años suelen presentar mayores complicaciones al momento de implementar su uso. Sin embargo, el cuidado tanto niños como en adultos debe ser igual para evitar infecciones y cualquier otro tipo de inconveniente.
Es por ello que también se recomienda el uso de lentillas desechables en niños. La implementación diaria de estos lentes de contacto facilita el tener que estar pendiente de su limpieza. Además, suelen ser más económicas.
Ventajas y desventajas de empezar a usar lentillas
Empezar a usar lentillas tiene varias ventajas y desventajas que hay que considerar sobre todo cuando se trata de los más pequeños.
Ventajas:
- Son mejores para la realización de actividades físicas como el deporte ya que no se rompen como las gafas tradicionales.
- Pueden mejorar la calidad de la visión.
- Es más estético.
- Ayudan a tener mejor autoestima.
Desventajas:
- Pueden ser difíciles de colocar y quitar en los más pequeños.
- Si no se utiliza de forma correcta puede provocar lesiones en los ojos.
Consecuencias del uso inadecuado de las lentillas
Si estás pensando en usar lentillas o comprarles a tus hijos debes tener en cuenta el nivel de responsabilidad y de higiene personal que se debe tener, sobre todo en los más pequeños.
Un uso inadecuado puede suponer un riesgo, es por ello que los niños deben evitar realizar lo siguiente:
- Colocarse lentillas de otros niños o prestar las suyas.
- Utilizar saliva para humedecerlos.
- No seguir las instrucciones de un especialista.
- No mantener el uso prolongado (mientras duermen).
Si se implementan correctamente evitarán consecuencias como:
- Infecciones y abrasiones en los ojos.
- Ulceras en la córnea.
Es por ello que usar lentillas desechables puede resultar una mejor opción y reducción de riesgos en los niños. Asimismo, se debe considerar que cuando la persona sufre de alergias estacionales, las lentillas pueden generar mayor picor y ardor en los ojos.