La vuelta al cole está cerca y con ella empiezan las tareas de preparación: forrar los libros, comprar lápices, libretas, mochilas, etc. pero muchas veces no se tienen en cuenta otras prioridades. Las revisiones oculares para ciertas edades, como las infantiles y adolescentes son prioritarias para que esa persona empiece el curso sin ningún tipo de problema.

No hay que esperar a que el niño diga que no ve bien, que ve borroso, que le duele la cabeza… Lo adecuado es que hacer una revisión anual, preferentemente antes del inicio del curso escolar. Pero además, hay ciertas actitudes que pueden indicar que nuestros hijos tienen un problema visual como la lectura lenta, utilizar el dedo para guiarse durante la lectura, que se acerquen mucho al papel, dolores de cabeza frecuentes, que se despistan o pierden el interés fácilmente tienen como resultado que puedan fracasar escolarmente debido a estos problemas.

Hay muchos profesores que alertan a los propios padres de que el niño padece ciertos síntomas y les sugieren que hagan una revisión médica, algunas veces son los propios padres los que se percatan del problema y otras veces el problema pasa desapercibido. Hay que tener especial cuidado en los niños menores de seis y siete años, incluso un poco más, ya que estos niños no saben lo que es ver bien y ver mal.

Los especialistas recomiendan que se hagan revisiones rutinarias cada año o cada dos años, ya que cada vez es más habitual que con ciertas edades el uso de dispositivos electrónicos sea más normal. Este tipo de dispositivos al tener que estar tan cerca del él durante un largo periodo de tiempo, es posible que haya un aumento de los casos de miopía.

Recordad que si notáis ciertas actitudes como que se acerca mucho a la hora de hacer los deberes, si ladea la cabeza para mirar, si se frota mucho los ojos, si se queja de dolor de cabeza, si su ritmo de lectura es más lento que sus otros compañeros, entre otras muchas y la más importante, los antecedentes familiares, no tengas dudas y visita un especialista para poder diagnosticar o descartar cualquier patología.