Las personas acostumbran a pasar por un periodo de adaptación cuando comienzan algo nuevo, como ejemplo tenemos esas personas que les diagnostican el uso de gafas graduadas. Durante sus primeros días es normal que se necesite un tiempo de adaptación, ya que el cerebro está acostumbrado a recibir las imágenes de una manera concreta y al utilizar las gafas varía esa forma de visión.
El tiempo de adaptación varía según la persona, hay personas que necesitan más tiempo que otras para aceptar que llevan gafas graduadas. El tiempo dependerá del tipo de lente que se necesite, ya que cada persona necesita un tipo de graduación diferente a otra.
Como hemos comentado en el primer párrafo, el cerebro debe pasar por un periodo de adaptación. La presencia de una montura en el centro visual del cerebro hace que este se note algo diferente de lo normal, este proceso se irá reduciendo hasta que el propio cerebro no se percate de la presencia de esta montura y vuelva a tener el mismo campo visual.
Poder adaptarse al uso de gafas es algo que puede ser complicado, ya que si comienzas a utilizarlas, puedes acabar con ciertos problemas de mareos o dolor de cabeza. Para poder evitar estos problemas, es aconsejable utilizarlas durante cortos periodos de tiempo e ir aumentando hasta que nos acostumbremos a ellas. Otro de los casos que suelen traer problemas es el cambio de dioptrías, para evitar problemas aconsejamos dejar las antiguas de lado e ir probando poco a poco con las nuevas hasta que nuestra vista se adapte.
Si vemos que este proceso de adaptación persiste o notas una sensación de incomodidad, es recomendable asistir al especialista, este puede ayudarte a encontrar una solución o incluso intentar ajustar las gafas para hacer más llevadero el proceso de adaptación.