En España más del 10% de los niños de 8 años de edad sufren una deformación en los ojos llamada miopía. Si saltamos a los 17 años, el porcentaje aumenta hasta el 60%. En cambio el número de adultos entre 22 y 25 años que sufren miopía alcanza el 85%. Es un problema que cada vez se hace más grande, puesto que solo el 35% de las personas entre 40 y 65 años sufren esta patología.

La miopía es un problema de enfoque debido a un defecto de refracción en los ojos. Las personas miopes principalmente tienen dificultades para enfocar los objetos de lejos. La miopía puede aparecer en la edad adulta pero normalmente esta enfermedad surge entre los 8 y 12 años de edad y evoluciona hasta que el paciente cumple los 20 años. A partir de los 25 años, más del 95% de los miopes ya no empeoran su situación.

En época escolar es importante detectar cualquier problema lo antes posible, incluido los problemas visuales que entorpecen el rendimiento del niño. Además, si el problema se trata desde pequeño se pueden evitar futuras consecuencias irreversibles en la salud visual. Para evitar los problemas visuales, se recomienda que los niños y adolescentes vayan una vez al año como mínimo a revisión.

¿Qué problemas tienen los niños miopes?

Detectar la miopía en un niño es bastante sencillo por parte de los padres y profesores, ya que este se quejará de que ve borroso de lejos. Además si notas que un niño guiña excesivamente los ojos, se acerca mucho a la televisión o a los libros y le duele mucho la cabeza es muy probable que sea miope.

¿Cómo evitar que el problema se agrande?

Lo mejor es que lo antes posible se corrija este problema en los niños mediante el uso de unas gafas debidamente graduadas. Es importante cuidar y solventar los problemas visuales desde pequeños para no tener futuras complicaciones.

Los niños no tienen el sistema visual totalmente desarrollado hasta, aproximadamente, los 7 años de edad. Por este motivo, es importante incorporar las necesidades que hagan falta antes de esta edad.